miércoles, 10 de agosto de 2011

Lecturas Singulares #3: Triángulos, cuadrados, pentágonos y demás figuras geométricas amorosas.


Triángulos amorosos, deliciosas figuras geométricas que hacéis que los libros cobren vida, que de ellos salgan trilogías, sagas y series... Siempre permanecéis fieles a los protagonistas y a sus amigos, y deleitáis con cada discusión o lío amoroso... ¡Bien podríais ir desapareciendo! Empiezo a estar harta de los triángulos amorosos. Siempre que compras un libro, ahí está, esa chica y sus dos amigos, ese chico y sus dos novias... Y es que siempre, siempre, pero siempre, hay un triángulo amoroso. Eso si no contamos que puede haber cuadrados, o pentágonos... pero de eso ya hablaré más tarde. Veamos un ejemplo:

"Estás de paseo con... tu perro, y pasas delante de una librería. Allí ves una Cuarta Entrega del Libro X y corres con la correa de animal en una mano y tu cartera en la otra. Entras a toda prisa y señalas eufórico/a el libro, intentando murmurar entre jadeos de ilusión el nombre, el autor, la editorial, el número de páginas, el ISBN... El librero, con toda la calma del mundo, se sube a la escalera y alcanza el libro con sus dedos huesudos de años de servidumbre a estudiantes precavidos. Lo agarra con cierta soltura y te lo lanza. Tú, como si fueses tu perro, lo coges con la boca en pleno vuelo, lo pagas y te vas corriendo a casa, mientras tu mascota maldice por haber encontrado la librería en pleno paseo. Subes al ascensor, abres la puerta de tu piso y dejas que el perro se vaya solo a donde tenga que ir.


Sacas El Libro de la bolsa y le das la vuelta, leyendo la sinopsis, las solapas y las opiniones de otros autores. Una vez concluido el calentamiento, te decides a Abrir El Libro. Lees ansioso la historia de Fulanita y Menganito, la pobre y el rico, la chica rauda y el chico sensible... Cuando de pronto, en la página 10, te das de bruces con el terrible Triángulo Amoroso, con lo bien que estaría la historia sin él. Y en ese momento dices: maldigo a Tranganito y a su maldita manía de meter las narices donde no le llaman, y por supuesto, al autor/a, por haber creado un personaje así"

Ahora podéis ver a qué me refiero. Y como eso, miles de casos más; yo estoy aquí de testigo... 

Puedo asegurar que, hasta ahora, NO HE LEÍDO un solo libro en el que no haya un TRIÁNGULO AMOROSO. Y es verdaderamente deprimente saber desde el principio que habrá una chica y dos chicos, aunque no haya ni rastro del segundo por ningún lado. Al final siempre acaba apareciendo. Y por supuesto, ya ni hablar de lo cantoso que resulta la elección final. 
Y pasando del tema de los Tríangulos de las Bermudas, pasemos a los cuartetos. Cuadrados amorosos... ¿quien no ha visto aún uno? Pasan ante ti sin que lo percibas, y al final, acabas golpeándote la frente porque sabías que aquello pasaría. Pero no, resulta que no lo sabías. Una parte de tu subconsciente te estaba gritando que te fijases más en aquella persona, el añadido final, pero tú decidiste no hacerle caso; no darte cuenta. Y así pasa lo que pasa.
Los cuadrados pueden ser perfectos para el final de un libro (un bonito final feliz) o fatales, ya que pueden enredar las cosas de mala manera.

EJEMPLO

Lo que al principio parece ser un feliz triángulo amoroso...



Acaba convirtiéndose en un cuadrado con todas las de la ley, dando así por concluída la historia con un bonito Final Feliz.



Y por último, quiero hablar de los pentágonos. Felices polígonos de cinco puntas con una chica como único centro (o chico), de la cual está enamorado medio mundo. Es el claro ejemplo de La Casa de la Noche. 

(*Spoiler)

Al principio, Zoey era la feliz novia de Heath, un chico normal. Cuando entra en la Casa de la Noche, conoce a Erik, el vampiro más guapo del instituto. Después, siente una clara atracción por su profesor Loren Blake. (aunque éste acaba muriendo...) Más tarde, viene Stark, un chico al que besa y quiere. Y por último, Kalona, una especie de ángel malo que la quiere sólo para él (y al que Zoey sucumbe a la primera de cambio, aunque luego se arrepienta de haberlo hecho) Y ni falta hace mencionar, que todos ellos estar super-mega-enamorados de la chiquilla.


Este tipo de embrollos suelen dar lugar a cosas como que la saga de La Casa de la Noche se ha autonombrado serie infinita. (No estoy de broma). Ya veis lo que puede llegar a hacer un pentágono...


CONCLUSIÓN


Nunca, absolutamente nunca, cuestionéis el poder de una figura geométrica amorosa.


Vivimos en un mundo literario en el que el amor existe, y los triángulos amorosos no dejan de existir.


5 comentarios:

  1. Entrada sencillamente genial. Me he reído como en la vida. Tienes toda la razón, pero jejeje a mi me siguen gustando los triángulos amoroso (L) (si, y solo SI tienen un final claro, no como memorias de idhun ¬¬).
    Jaja lo del pentágono xD
    Besos
    PD: te sigo y nos leemos :D

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    Respuestas
    1. VAMOS, ¿cómo iba a acabar habiendo una elección entre Jack y Kirtash? Yo preferí ese final mil veces a muchos otros... porque la elección nunca me gusta :/ Cuando te gusta un triángulo amoroso y echan a uno de las dos opciones te sientes fatal xD Por lo menos yo. Hay veces que está bien una elección final... y hay veces que no.
      Matar a uno de ellos y punto tampoco vale xD

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  2. Pues tienes muchísima razón; por ejemplo, en Cazadores de Sombras I, una cosa extraña amorosa xD:
    (por cierto, si no lo habeis leído igual al leer el comentario os hago un pequeño spoiler)
    A Simon le gusta Clary, a Clary le gusta Jace, a Jace... bueno, Clary; por otro lado, a Alec le gusta Jace y hay una relación extraña entre Simon e Isabelle. ¿TE DAS CUENTA?

    Pero de todas formas si que hay libros sin triángulos amorosos. Por ejemplo, Hermosas Criaturas, aunque en el segundo si que lo hay... O Tempus Fugit, de Javier Ruescas...
    Y me estoy enrrollando demasiado en este comentario xD
    Un beso :)

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  3. Ovbia razón de porque dejé la Cada de la Noche, no alancacé a llegar al cuarto libro. Y cronicas vampiricas ni al tercero :/

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  4. Jajaja tenés razón! Sin embargo me encantan los triángulos (bueno la Casa de la Noche es un caso especial que te dan ganas de gritar a Zoey ¡No te conformas con ninguno!) porque si hay un solo amor es muy obvio que quedará con él en cambio si son dos, hay más suspenso. Además me gusta el amor que no es para nada perfecto y cuando surgen problemas entre la pareja por culpa de terceros o ellos mismos, da una imagen más normal y que por más que es ficción puede pasar como en la vida real, sentirse a gusto con una persona pero atraído por otra

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